domingo, 10 de agosto de 2008

Mejor cuando te lo has ganado

La ciudad perdida de Machu Picchu es una de las maravillas del mundo. El hecho de que no se descubriera hasta 1911 habla de lo espectacular de su ubicación. Para visitarla, hordas de turistas suben en tren+bus desde Cuzco. Pero aún es posible acercarse a la experiencia de los incas que recorrían kilómetros por el Valle de Urubamba hasta su ciudad sagrada.
La alternativa del Camino Inca que yo escogí implicaba un primer día en mountain bike, casi todo descenso desde el paso de Abra la Raya (a 4300m) hasta la aldea de Santa María (a 1800m).

El segundo día, 8 horas de caminata por el desfiladero (la línea que se ve en medio de la montaña era nuestro camino) del Urubamaba hasta Santa Teresa, atravesando puentes colgantes, cataratas y bañándonos en aguas termales.


Y desde allí, una tercera jornada siguiendo las vías del tren hasta Aguas Calientes.

El último día, nos levantamos a las 4 am para llegar al yacimiento antes de las 6, hora en que abren y en que sale el sol. Creo que esos pocos kilómetros de empinada subida han sido la ruta más dura de mi vida. Por suerte, quedan compensados por el placer de deambular por las ruinas casi en solitario mientras amanece y se disipa la niebla.



domingo, 3 de agosto de 2008

Rarezas

Me alegra comprobar que este viaje no ha agotado mi capacidad de sorprenderme.
Los buses en Perú no tienen nada que ver con el lujo de Argentina, no hay asientos-cama, ni mantitas, ni bandejas de comida... pero resultan muy amenos por sus estravagancias: paran en medio de la nada para recoger vendedores de comida (desde caña de azúcar a chicharrones) ungüentos o libros, pasan una película pirata detrás de otra (lamentables screeners , de ésos en los que se ve y se oye a la gente del cine), y la gente charla animadamente. Los peruanos serán pobres, pero a los 2 minutos de conocerte ya te están ofreciendo su casa, y de verdad no quieren nada a cambio!
En el lago Titicaca, los nativos Uros viven sobre unas extrañas islas flotantes, construidas con los mismos juncos de totora con que hacen sus barcas.

Luego está la Inca Kola, esa bebida indescriptible que ha sido capaz de hacer frente a la todopoderosa Coca-Cola. Lo curioso es que la primera vez que la probé no me gustó y ahora no puedo parar de pedirla :)

Algunas cosas son absurdamente baratas, como los mototaxis, que te llevan a cualquier parte por unos céntimos de Euro. Me vienen muy bien porque la altura ha empezado a afectarme y tengo una rarísima sensación de mareo y falta de aliento.