En los últimos tres días he cabalgado por el Valle de Catarpe,

caminado por lagunas altiplánicas y salares,


recorrido en bici el Valle de la Luna (bueno, el camino de regreso lo hice en una camioneta, menos mal que aquí el autostop es muy normal, porque sobrestimé mi estado de forma...)


y hoy incluso me levanté a las 4 am para ver la activación de los géiseres de Tatio al amanecer.

Lo único negativo: estoy cansada de comer llama y eso que aún no he llegado a Perú, mañana salgo para allá.